Budín de banana, canela y jengibre, apto para diabéticos

Hoy no te traigo tejidos. Tengo una recetita de budín de banana, canela y jengibre, que hice para la fiesta de té del domingo. Ejem... sí, hacemos "fiesta de té" por estos pagos de la Curupisa, marcados por la primacía del mate cebado. Pero no te preocupes: luego del té, viene el matecito mirando las plantas del patio. 

Panes de banana encontrarás por todos lados en internet. Lo novedoso es que se trata de una receta que hago para compartir con mi esposo y mi papá, ambos diabéticos (tipo II)*. Y comprobado que, luego de comerlo, no les aumenta descontroladamente el índice de glucemia.

Ingredientes:

3 bananas medianas

70 cm3 de aceite de girasol

1 cdta de edulcorante líquido

1 cdta de canela molida

1 pizca de jengibre molido

1 huevo

175 gs de harina integral

1 cdta de bicarbonato de sodio (o de polvo de hornear)

1 poquitín de agua para alivianar la masa (más o menos 20 - 30 ml)

Preparación

1- Poné a calentar el horno, a temperatura media (la perilla debe marcar en el medio entre el máximo y el mínimo). Yo tengo una cocina convencional, a gas, con un horno bastante fuerte. Si ese es tu caso, no hace falta precalentar mucho.

2- Si usarás molde de papel, no hace falta más que tenerlo listo, al lado de la preparación. Si usás budinera, pasale aceite a las paredes y enhariná un poco.

3-  Tamizá la harina, la canela, el jengibre y el bicarbonato, todos juntos y tenélos listos.

4- Pisá la banana con un tenedor, agregá el aceite, el huevo, y el edulcorante.

5- Agregá los ingredientes secos que ya tamizaste. Si ves que la masa va quedando muy dura (como para amasar) agregá un poquitín de agua. Mezclá bien.

6. Colocá la masa en el molde y llevá la preparación al horno. Hornealo por unos 15 a 20 minutos (si tu horno es un avión, como el mío), o hasta que tome lindo color y que cuando hundas un cuchillo, éste salga limpio. 

Lo que ves arriba son maníes que agregué para darle un toque de frutos secos. Generalmente, los panes de banana llevan nueces, pero por estos lugares, éstas están taaaaan caras y, además, son más calóricas. Y el maní es también muy rico.

Te aseguro que tiene la humedad justa y que queda delicioso. Comprobado, lo comimos hace un rato y nos quedamos mirando entre todos a ver quién se quedaba con el último pedacito, ya sabés, el de la vergüenza. Ñamñam.

* ¡Ojo! Por si las moscas, aviso que no soy médica o nutricionista.