Miralo vos al orcalicto
El señor marido de mi amiga La Curupisa sorprendía a cierta señora muy aseñorada con muchas vainas de este noble árbol, pero ojo...no de cualquiera, el de la hojita redondita es el medicinal. La señora muy aseñorada le preparaba, en agradecimiento, chuchú con salsa blanca.
Después que él se iba, ella quedaba suspirando y me decía: -¡Qué me iba a imaginar yo que un hombre me iba a traer un ramo tan lindo a mi edad!
Ella era mi abuela.
Su casa tenía ese aroma, que era el mismo del lugar mágico de mi niñez.
Eran doscientos metros de camino flanqueados por eucaliptos viejísimos que sonaban fuerte con el viento y parecían paternales cuando me escapaba en medio de la noche para mirar todo iluminado por la luna.
Ahora me dejo de andar por las ramas (que de este arbolito, están muy altas) y les paso otra receta para teñir.
De las hojas y ramas tiernas sacás un color verdoso; y de la corteza, marrón rosado.
Época de recolección verano-otoño y otoño-invierno respectivamente, ahora que escribo esto me doy cuenta de....má sí...recolecten en otoño qué tanto.
Para las hojas y ramas tiernas se procede de la misma manera (al preparado) que con la cebolla.
Para preparar la corteza se hace así:
En la misma proporción (300 grs. de corteza por cada 100 grs. de lana seca), moler la corteza y dejar en agua de uno a tres días, hervir una hora o más, colar y dejar entibiar.
Tibia el agua, madeja adentro, poner a fuego una hora aprox. dejar enfriar y enjuagar después hasta que no salga más tinte, dejar secar claro...mojado es difícil tejer, nunca escuché de alguna técnica con lana mojada.
Después que él se iba, ella quedaba suspirando y me decía: -¡Qué me iba a imaginar yo que un hombre me iba a traer un ramo tan lindo a mi edad!
Ella era mi abuela.
Su casa tenía ese aroma, que era el mismo del lugar mágico de mi niñez.
Eran doscientos metros de camino flanqueados por eucaliptos viejísimos que sonaban fuerte con el viento y parecían paternales cuando me escapaba en medio de la noche para mirar todo iluminado por la luna.
Ahora me dejo de andar por las ramas (que de este arbolito, están muy altas) y les paso otra receta para teñir.
De las hojas y ramas tiernas sacás un color verdoso; y de la corteza, marrón rosado.
Época de recolección verano-otoño y otoño-invierno respectivamente, ahora que escribo esto me doy cuenta de....má sí...recolecten en otoño qué tanto.
Para las hojas y ramas tiernas se procede de la misma manera (al preparado) que con la cebolla.
Para preparar la corteza se hace así:
En la misma proporción (300 grs. de corteza por cada 100 grs. de lana seca), moler la corteza y dejar en agua de uno a tres días, hervir una hora o más, colar y dejar entibiar.
Tibia el agua, madeja adentro, poner a fuego una hora aprox. dejar enfriar y enjuagar después hasta que no salga más tinte, dejar secar claro...mojado es difícil tejer, nunca escuché de alguna técnica con lana mojada.
Comentarios
Me gustó la historia, esas vivencias son mágicas, uno nunca las olvida...